domingo, 29 de noviembre de 2009

Información de primera mano

    

     Puede ser de primera mano un trabajo creado por algún testigo presencial o protagonista de un evento histórico en el que éstos son descritos, pero también pueden incluirse objetos físicos (como monedas), artículos periodísticos, cartas o diarios personales. También pueden ser, sin embargo, casi cualquier tipo de información: por ejemplo, los anuncios publicitarios de los años 50 pueden servir como fuente primaria en un trabajo sobre la percepción de la tecnología moderna.


     Lo que distingue una de primer mano es una de segunda mano es más el cómo se ha usado que el contenido. Una fuente secundaria es generalmente una descripción histórica construida a partir de fuentes primarias, pero los propios historiadores usan a menudo fuentes secundarias como testigos de su tiempo (como las propias fuentes primarias) al estudiar aspectos de la historiografía (por ejemplo, un libro sobre la historia de las computadoras puede resaltar que otros libros de historia de estas máquinas obviaron su origen militar, o enfocaron demasiado sus características técnicas).

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Piñata Mexicana


    
      Vasija decorada, de barro y papel o solo papel, que se colgaba en las festividades de la cuaresma como representación de los pecados capitales en la religión católica. Se debe de romper con un palo que representa la fortaleza y fuerza de Dios, derramando así los dulces o frutas con las que estaba rellena, figurando una recompensa por vencer al pecado.
    
     Las hipótesis más exactas ubican el origen de las piñatas en China, pues en la ceremonia del año nuevo se confeccionaban la figura de una vaca cubierta con papeles de colores llena de semillas. Los mandarines golpeaban con varas la figura para esparcir por el campo su contenido, posteriormente se quemaba el papel y las cenizas se guardaban, pues se consideraban de buena suerte.

     Se le atribuye a Marco Polo conocer las piñatas en oriente y llevarlas a Italia en el siglo XII pues su nombre deriva del italiano pignattas que significa olla y posteriormente a España. En Europa se le dio a la piñata un enfoque religioso y al primer domingo después del Miércoles de Ceniza se le llamaba Domingo de Piñata. La cual consistía en una olla de barro con papeles de colores rellena de dulces, y para romperla, se vendaban los ojos.

     Las piñatas llegan a México por medio de los colonizadores españoles. Los misioneros Augustitos utilizaron las piñatas con fines evangelizadores, pues su ambiente festivo, atraía a la gente a las ceremonias religiosas. Durante la época de las posadas se colgaban en las confiterías “sabrosos panales, piñas cubiertas, zanahorias, tunas y otras frutas que halagaban la vista” es probable que de alli halla surgido la mexicanísima forma de las piñatas.

     El simbolismo que existe detrás de las piñatas también es variado hay quien sostiene que cada uno de los picos representa uno de los siete pecados capitales los cuales deben ser vencidos por medio de la fé y al quebrar la piñata se obtienen dulces y frutas como símbolo de la recompensa divina. El contenido de una piñata suele ser frutas de temporada como cacahuates, jícamas, naranjas, limas, tejocotes, cañas y dulces.




     La piñata es una tradición que a lo largo del tiempo se ha vuelto mexicana y se ha mantenido a través de los años así que para estas fechas no nos queda mas que decir “Dale, dale, dale no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino”

                   http://es.wiktionary.org/wiki/pi%C3%B1ata




jueves, 8 de octubre de 2009

Villa Corona, Jalisco, México


    

     Desde que apareció el hombre en mesoamérica, las tierras de Jalisco y Colima han sido de los lugares preferidos para habitar, esto debido a la abundancia de agua y la comida de sus alrededores.


     Muchas tribus han dejado sus huellas a través de muchos años, aún miles de años antes de Cristo. La alfarería encontrada en tumbas de esa época dan cuenta de las costumbres y hábitos de los antiguos moradores; conocían el juego de pelota, vivían en casas de zacate y barro, además de dedicarse a la caza, a la pesca y a la recolección de frutos y raíces.

     Según algunos datos de historiadores, en el año de 1160 partieron de las tierras de Aztlán varias familias nahuatlacas, formando dos grandes grupos migratorios; uno pasó por el norte de lo que hoy es Jalisco y el otro por el Pacífico, entrando a Jalisco por Tequila para pasar por Ameca, Cocula, Villa Corona, Acatlán de Juárez, Zacoalco, Chapala, etc., hasta llegar al Valle de México, en donde se reúnen las dos peregrinaciones en el lago de Texcoco y fundan Tenochtitlán el 18 de julio de 1325.

     Al pasar por el lugar que hoy es conocido como Villa Corona, una de las tribus decidió quedarse ahí por su afición a la caza y a la pesca. Su presencia fue bien vista por los pocos lugareños que ya vivían ahí y es probable que por estas fechas haya nacido el nombre de Tizapanito que significa "Lugar de Tizate" o "Lugar de Tierra Blanca".

     El lugar exacto de este asentamiento fue en lo que hoy se llama La Huerta, y que se localiza a 5 kilómetros al noroeste de la hoy cabecera municipal.

     Para el siglo XIV existió otra unión entre tribus; por un lado los nahuatlacas de Tizapanito, quienes eran liderados por "Xopillin" (peregrino, nómada o errante), y por el otro lado un grupo de Cocas que venían huyendo de los cerros vecinos como consecuencia de una guerra conocida como "De Las Salinas" o "Guerra del Salitre". A cambio de la hospitalidad que le fue brindada a los refugiados, el pueblo de Tizapanito recibió los adelantos que poseían los Cocas, y de los que aún quedan vestigios.

     Para 1492 Cristóbal Colón descubre el nuevo continente, pero no es sino hasta 1523 que la conquista llegó a este lugar con la presencia del español Alonso de Ávalos. Desgraciadamente la atención de los historiadores se centró en lugares como Tenochtitlán, o Monte Albán, o Teotihuacan, pero no en el occidente del país. Lo más que se sabe es que existieron al menos cuatro "monarquías" prehispánicas en la zona: la de Colliman ( Colima ), conquistada por los acolhuas, prominentemente bélicos; la de Aztlán ( Lugar de Garzas); la de Tonalá ( Lugar del Sol ), en el centro de Jalisco; y la de Xalisco ( Lugar Arenoso ), fundada, según se dice, en el año 618 por los Toltecas.

     Desgraciadamente, pocos son los datos del estado de Jalisco y Colima durante los años de la conquista, y más aún, en los años de la independencia.

     De esta forma, Tizapanito forma parte del nuevo orden social del país y ya en el México Libre se le consideraba parte de la municipalidad de Ameca, hasta que en 1871, con el decreto estatal número 242, se dispuso su separación de Ameca y se integró al municipio de Cocula, la famosa "cuna del mariachi".

     Ya en el siglo pasado, en 1917, Tizapanito vuelve a formar parte de la historia y recibe a Don Venustiano Carranza, entonces presidente constitucional de México, quien inaugura un tramo de vías del ferrocarril que ponen a la comunidad en el mapa.

     Un año después, el 31 de mayo, se publicó en el periódico oficial del gobierno del estado de Jalisco el decreto número 1899, en el cual se erigió en municipio la comisaría municipal de Tizapanito, anexándole la Hacienda de Estipac y nombrándole "Villa Corona", en honor a Ramón Corona, general y político jalisciense.

     En el mismo decreto, se dispuso que el ejecutivo del gobierno estatal designaría a los integrantes del ayuntamiento, nombrando así al señor Agapito Aguayo como primer presidente municipal, quien tuvo como tarea el organizar las funciones de gobierno y la preparación de las primeras elecciones municipales, las cuales iniciaron los procesos democráticos en Villa Corona.

Actualmente Villa Corona es uno de los 124 municipios del estado de Jalisco y pertenece a la región centro.

Referencias: http://www.villacorona.com/




Cocula, Jalisco, México, 476 Años de Historia


    
     Se sabe con certeza, que una de las razas más antiguas de las que en tiempos remotísimos poblaron el Estado de Jalisco, fue la Otomí palabra derivada de (otomitl) acaso desinencia del nombre de un célebre guerrero de esta raza llamado Oton; lo cierto es que de la mezcla de otomíes y nahuas, surgieron las diversas razas indígenas del lugar, entre las cuales podemos encontrar, la raza coca, nombre que según el historiador José Ramírez Flores, es un vocablo coca que en mexicano significa “habitantes del lugar donde abundan las ollas”.

     Según la localización geográfica de su lengua, la raza coca habitó por varios siglos en la parte central del Estado de Jalisco, donde se encuentran los lagos de Chapala, Zacoalco, Atotonilco y Sayula.

     La primitiva ubicación de los indígenas cocas que más tarde se establecieron en el lugar donde se encuentra la actual ciudad de Cocula, estuvo localizada en un lugar ubicado entre Guadalajara y Acatlán de Juárez, en donde fundaron la congregación denominada Cocollán.

     El historiador Ignacio Dávila Garibi afirma en su interesantísimo libro, “El Cacicazgo de la Antigua Cocollán”, que éste fue uno de los más antiguos coacicazgos en tiempos de la denominación Tolteca.

     En cuanto a la etimología del nombre, varios autores están concordes en afirmar que la palabra Cocula, es voz híbrida que en el antiguo idioma de sus aborígenes, el idioma coca, se interpreta como “lugar de ondulaciones”, sustantivo al cual corresponde coca, que significa serpiente, ondear, hacer culebrillas, voces que corresponden a la topografía del terreno en que estuvo asentada la antigua Cocollán, que es muy quebrado y lleno de hondonadas.

     Como la palabra coca, según dice Ramírez Flores, es de comprobada filiación mexicana, es clarísimo que es plural del gentilicio cócatl, originado del nombre del lugar Cocan que significa “done abundan las ollas”, por estar constituido por la preposición con, que indica abundancia de algo, y el sustantivo cómitl, que significa olla.

     En este lugar situado en la amplia región de Chimalhuacán permanecieron tranquilos los cocas por mucho tiempo, dedicados pacíficamente al cultivo de la tierra y la manufactura de pequeñas industrias locales; pero debido al continuo acoso y persecución de los tarascos provenientes de tierras michoacanas, decidieron abandonar su hasta entonces dulce refugio.

     Por el año el año de 1380, los cocas mudaron su asiento a la cumbre de un cerro situado cerca de Acatlán, con rumbo a la laguna de Atotonilco o Villa Corona, sonde siguieron sufriendo invasiones y ataques de parte de los aztecas, y de sus implacables enemigos, los tarascos michoacanos.

     Por esa época, el señorío de Collimán estaba compuesto por varios latoanazgos entre los cuales estaba el de Cocollán del cual dependían a su vez, los cacicazgos de Tizapán, Acatlán, Tecolotlán, Atengo y Tenamaxtlán.

En el “cuaderno de Tasaciones” escrito por el historiador Ortega el 1528 ya cuenta a “Tamazula, Amula, Teuchitlán, Zapotlán, Avalos, Mazamitla, Xiquilpan, Sayula, Atoyac, Cocula y Colima” como posesiones purépechas.

     En las postimerías del dominio de los tarascos, los aztecas designaron a tres poderosos jefes para gobernar la región, siendo ellos Ixtlahuaque, Estipaczt (este último murió en una batalla librada contra los tarascos en un sitio muy cercano a Cocula).

     El Señor de Collimán reorganizó las fuerzas de los señoríos afectados y asumiendo la jefatura general del movimiento, en el cual participó el tlatoani Tzitlaltzin de Cocollán, derrotó completamente a los invasores tarascos después de varias batallas, dejando dignamente asentada la independencia de los valientes chimalhuacanos.

     Poco después de esta guerra, el jefe de los cocas Tzitlali juzgó necesario mudarse del lugar, estableciéndose en el año de 1519 es un punto estratégico localizado en la serranía arriba de Estipac, aprovechando la circunstancia para cambiar el nombre de Cocollán por el de Cocolan. Para el año de 1521, cuando Hernán Cortés ya había tomado la gran Tenochtitlan los indígenas cocas ya se encontraban establecidos en el pequeño valle rodeado de las altas montañas que como ya se dijo se encuentran arriba de Estipac. Pintoresco valle en medio de la majestuosa serranía por donde baja un crecido río de temporada cuyas aguas inundan en la actualidad una magnifica presa situada al fondo, en donde se inicia el ondulante lomerío de la Caña de los Limones.

     Por muchos años (en la época colonial), a este lugar se le siguió llamando Cocolan. Al mismo tiempo que al lugar que ahora ocupa Cocula, se conocía también con el nombre de Coculan donde tuvo su asiento Cocula ante s de ocupar el sitio de donde hoy se encuentra, dice:

“Coculan poseía grandes tesoros los cuales quedaron sepultados donde que allá, por el año de 1527 una formidable tromba arrastro el poblado indígena de los cocas, y quedó destruida totalmente Coculan, lo que lo obligó a las familias supervivientes a mudar de asiento. Bajo los escombros y el lodo en que la catástrofe convirtió a Cocula, se han encontrado los cimientos de los antiguos edificios, y con más frecuencia, entre los de las mezquita, numerosos ídolos y figuras curiosas demasiado extravagantes y antiguas”.

     Como se sabe, el capitán Alonfo de Avalos realizó pacíficamente la conquista de la provincia que lleva su nombre, la cual, según asientan Ramírez Flores, tuvo por cabecera a Sayula, y abarca los pueblos de Acatlán, Amacueca, Atemajac, Atoyac, Atengo, Ajijic, Apango, Cocula, Chapala, Juanacatlán, Tapalpa, Techaluta, Teocutatlán, Tizapán, Texcueca y Zacoalco.

     En el año de 1532 llegaron a este lugar los conquistadores españoles los frailes franciscanos que convocaron a los supervivientes de Coculán en lo que en su municipio ellos llamaron Villa de Cázares; tal vez por el apellido del capitán español a cuyo mando llego a Cocula la expedición.

     A principio de 1532 llegó a Cocula Fray Miguel de Bolonia, quien bautizó a la ciudad, con el nombre de Villa de San Miguel, ordenando de inmediato la construcción de su iglesia parroquial que tendría como santo patrono a San Miguel Arcángel.

     El templo parroquial se construyó en 42 años, y durante ese lapso la hermosísima y muy venerada imagen del príncipe de los ángeles recibió culto en una enrramada de zacate, la actual parroquia y curato de Cocula se ubica en el predio que antiguamente ocupó el convento de los frailes franciscanos que en número de 72 rigieron espiritualmente esta parroquia siendo el primero en la lista Fray Antonio Policarpo Piñel, y el último Fray Sixto Valenzuela, quien a las 11:00 de la mañana del día 27 de agosto de 1885, por disposición de la Santa Sede, entregó al gobierno eclesiástico, que hasta entonces había ejercido el clero regular, al clero secular representado por su primer cura párroco que fue el doctor Don Ignacio Díaz.

     La ciudad de Cocula, puede justamente enorgullecerse de poseer un valiosísimo archivo parroquial de los más completos y antiguos con que cuenta el Estado de Jalisco, ya que da principio el 7 noviembre de 1555, 34 años después de la conquista de México, siendo el 3er. Virrey de esta provincia Don Gastón de Peralta.

La ciudad está dividida en cuatro barrios que son: La Ascensión, San Pedro, Santiago, y San Juan. En ellos se da culto solemne a Cristo en su ascensión al cielo, y a los santos a quienes están dedicados. El templo de la Ascensión se erigió en 1740 y el de San Juan en 1740 y el de San Juan en 1769. Cocula cuenta con ocho hermosos templos entre los cuales la Parroquia, la Tercera Orden, La Purísima, y los dos antes mencionados, son los más antiguos, siendo los restantes posteriores.

Referencias: http://cocula.gob.mx/pags/historia_de_cocula.html
                   http://cocula.gob.mx/pags/historia_de_cocula_2.html

miércoles, 7 de octubre de 2009

Primeros pobladores en Acatlán

     Los primeros pobledores de la región Sayula-Zacoalco se caracterizaron por pertenecer a tribus diversas que habitaban esta región, entre ella se encuentran los otomíes, pinos, cocas y nahoas, estos últimos desaparecidos diez siglos antes de la llegada de los españoles. Años después llegaron los toltecas, zapotecas, totonacas, chichimecas, chimalhuacanos, aztecas y posteriormente el lugar fué ocupado por los reinos purépecha y el de Colimán. Tal y como sucedió en otras regiones del país, los descendientes de los españoles despojaron a los indígenas de sus tierras, al mismo tiempo que ocurrió un choque de identidades culturales con dominio español que más tarde se convirtiera en la Provincia de Ávalos.

     Las tribus que ingresaron a la zona de Acatlán, al igual que en el resto de la región, dejaron sus costumbres, ideas, formas de vivir, etc.. En variadas fuentes de diferentes épocas se argumrnta que "...una parte de los primeros pobladores eran integrantes de una tribu que se estableció en Cocula, los que al ser derrotados por los purepechas se avecindaron en el lugar en 1509. Debido a lo anterior encontramos también que se encuentra manifestada esta fecha como fundación del Antiguo Acatlán.

     Adicionalmente, algunos investigadores coinciden en que habitaron esta región indígenas cocas, que eran una mezcla de toltecas y otomíes, así como popolacas, tecos y tecuexes provenientes de la tribu Zapoteca.

     Sin embargo, existe una fuente adicional que menciona una anterior fecha de acentamiento y diferentes grupos indígenas:


Este municipio estuvo habitado por
grupos de indios náhuatls, coras o
teotihuacanos, por los años de 1250 a
1350... el primer asiento de la población
existió en la lima de las cuevitas, a tres
kilometros de distancia rumbo al poblado
de Bellavista, a las orillas del río Mazatapec
que corre de norte a sur, en el lugar llamado
Tabla de la Iglesia... al norte de la ahora 
calle Cuahutémoc... los indígenas,
concentraron sus viviendas,
incrementandose la población con la
llegada de las familias indígenas de
Cocula, Tlajomulco y otros lugares

Origen conceptual de Acatlán


Símbolo 13 Acatl


     La palabra Acatlán proviene de la lengua nahuatl hablado por los Aztecas, específicamente de los sufíjos "acatl" que significa "caña" y "tlan" que singnifica "lugar cerca de donde hay abundancia de", su nombre completo traducido al español es "Lugar cerca de donde abundan las cañas", y esta representado con el símbolo 13 Acatl en el calendario Azteca. 

Acatlán de Juárez, Jalisco, México 500 Años de Historia




     A principios del siglo XVI llegaron a la región integrantes de una tribu coca avecindada en Cocula, los que al ser derrotados por los purépechas, se establecieron en el lugar en 1509. Aunque a la luz de hallazgos de cerámica prehispánica ha surgido la teoría de que la zona estaba poblada desde los siglos XII y XIII.




    En el año de 1550 se trazó el primer plano del municipio por mandato del Virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, para terminar con las dificultades que había con los habitantes de Zacoalco, Ahualulco y Ameca.



Durante la época colonial a este lugar se le conocía como Santa Ana Acatlán, siendo encomienda que entregaba tributo directamente a la Corona, el cual consistía en 25 pesos de oro en polvo y 8,000 cacaos, teniendo únicamente 80 encomenderos.



En 1824 pertenecía al departamento de Zacoalco. En el decreto del 12 de septiembre de 1891 ya se menciona a la municipalidad de Santa Ana Acatlán.



El 22 de marzo de 1906, por decreto número 1158, cambia su denominación de Santa Ana Acatlán a Acatlán de Juárez, debido a la visita del Patricio de la Reforma; adquiriendo, además, el título de villa.


En octubre de 1972 se publicó el decreto número 8877, con el cual se le otorgó la categoría de ciudad.